Flyppy, Ismael Cerezo Ramírez (Murcia, 1967), con una formación prácticamente autodidacta (salvo algunos cursos en la Rectoría, Barcelona o la Granja de Segovia). Ismael conoció el vidrio a través del mallorquín Pere Ignasi, cuando ya tenía una larga experiencia con el hierro. En Palma de Mallorca pasaría con este dos años -1992 y 1993- en su taller en S’Hostalot donde comenzaron a mezclar hierro y vidrio en creaciones conjuntas. A su regreso a Murcia, Ismael abrió taller y continuó trabajando con vidrio.
Las piezas firmadas por Flyppy nos aportan la visión de los que trabajan el vidrio con un concepto profesional, por encargo, con independencia creativa pero sometida al mercado. En estas obras la presencia del material del vidrio se impone por encima de cualquier otra lectura o interpretación.
«La espontaneidad» es lo que más me gusta al trabajar con el vidrio. «Es muy inmediato, no hay que esperar a que se seque, como la cerámica, ni necesitas un molde, como en el caso del bronce; aquí todo es más espontáneo y te permite improvisar».
Y son ya más de dos décadas las que lleva trabajando con estos materiales, que aúnan dureza y fragilidad, para crear lámparas y esculturas de plantas o animales e insectos –algunos luminosos, para potenciar «el juego del vidrio con la luz»– como mariquitas, arañas, garzas, peces, toros, búhos, mariposas…